miércoles, 15 de diciembre de 2010
Reflexiones 2
De lo complejo a lo màs simple,
De lo oscuro a lo luminoso,
De la vida a la muerte y
De la creaciòn a la transformaciòn.
Todo es cierto y a la vez mentira,
nada es real cuando todo lo és.
El camino es facil y a la vez dificil.
Lo sublime es hermoso cuando suele ser horrible.
Da exactamente lo mismo lo que piense,
cuando será y es lo más importante del mundo.
Todo lo que soy no lo soy a la vez,
todo lo que quiero ser ya lo fuí.
Aveces me es necesario como lección comprender, observar.
Todo lo que es, no lo es tanto como aquello que no es.
Una vez aprendí que lo que ves, generalmente no existe,
pues lo que realmente es va más allá de la simple y a la vez compleja observación humana.
Hoy es feriado, mi ego tiene día libre.
El pijamas es mi mejor atuendo y el café con un trozo de queque,
hecho con el amor de mi abuela, son mi alimento de campeones.
Me encuentro conmigo mismo, disfrutando de lo que más me gusta.
Me escucho y me observo desde adentro y desde afuera
Salgo en compañia de un lapiz y compro un cuaderno nuevo,
este mismo en el que hoy pelo el cable.
Me acompaño de un capuccino vienés en el centro comercial y observo,
me siento y pienso. Me nutro de conceptos e imagenes sociales.
Soy invisible y a la vez muchos me ven, no nos conocemos
pero algo nos hace mirarnos a los ojos.
Todos ellos y yo somos una vida y a la vez desconocidos.
Vidas en conexion y a la vez muy distantes,
Nadie conoce a nadie y teme conocerlos
pues más que encontrar a otro
es encontrarse a si mismos reflejado en otro monton de materia más.
Amo el centro comercial, no se y creo saber porque.
Los veo y me veo.
Todos somo únicos y a la vez somos iguales.
La insignificancia y la supremacia del uno se disuelve en todos por igual.
Veo el mismo patrón siempre y espero que no se repita,
que solo sea mi vaga conciencia.
Parejas y grupos toman café, caminan y vitrinean.
Nadie se da el lujo de salir solo al mall o a caminar,
es un lujo que sale demasiado caro hoy en día.
El individualismo esencial está desvalorado
y el ego se apropia de nosotros,
le recuerdo que es su día libre y me deja en paz otro momento.
Me escucho. El latir de mi corazón percute al ritmo del fluir de mi mente,
armonizados con la onda sonora de la mini sociedad que me rodea,
se disuelve en una obra sinfónica como la crema de mi café toma una nueva forma,
dandole un nuevo sabor, único y a su vez bastante comun.
El algún momento fuí y soy parte de ellos como ellos fueron y son parte de mí,
de ser así ¿porqué temen del otro si fueron el?
si yo fuera el otro ¿porque temo de mi?
Lo que fue y será lo es hoy, no le temo al otro en si, me temo a mi pues me veo en el otro.
Todos y cada uno somos lo mismo de manera simultanea.
Publicado por
Tomás Recart
en
9:29
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Etiquetas:
Reflexiones
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